La universidad no se silencia, grita autonomía y libertad de pensamiento!
“Solo
la opresión debe temer el ejercicio pleno de las libertades”
José
Martí
Saludos
a toda la comunidad universitaria.
Una
vez más se oyen salir de las aulas de la Universidad Nacional alaridos de
indignación y protesta; una vez más la autonomía universitaria ha sido
pisoteada por la persecución estatal emprendida contra quienes no renunciamos a
pensar distinto. Por tal razón, La
Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios (ACEU), desde su concepción
del deber ser de la Universidad y en
consonancia con el reglamento que la misma institucionalidad ha irrespetado, decide sumarse a las voces de rechazo ante la
infame destitución del profesor y sociólogo
Miguel Ángel Beltrán ejecutada
por la Procuraduría para luego ser ratificada devotamente por el rector
Ignacio Mantilla.
Después
de ser deportado ilegalmente desde
México, para posteriormente ser acusado de tener nexos con las FARC,
luego de pasar dos años en prisión, y
ser absuelto por el sistema judicial, el
profesor Beltrán en un fallo de segunda
instancia ordenado por la Procuraduría General de la Nación, recibe la
noticia de su destitución e inhabilidad
durante 13 años para ejercer cualquier cargo público medida que evidentemente
lesiona sus derechos como ciudadano y
docente.
Salta
a la vista lo irreverente de dicha decisión orquestada por el procurador
Alejandro Ordoñez, pues se inhabilita a Miguel Ángel Beltrán bajo los mismos argumentos con los que se le
privó de la libertad (rebelión y concierto para delinquir con fines terroristas) para luego salir libre por falta de pruebas.
El
pasado miércoles 24 de septiembre, el
profesor Beltrán asistió como ponente principal al Foro por la autonomía, la libertad de cátedra y la libertad de
pensamiento, evento convocado por la ACEU
en coordinación con SINTRAUNICOL y APUN, celebrado en la Universidad Nacional sede
Medellín. En dicho foro, el sociólogo expuso rigurosamente como se ha minado a lo largo del siglo pasado y del
presente la autonomía universitaria y la libertad de pensamiento por parte del
Estado con colaboración de actores paraestatales. Del foro se concluyó como el caso de Miguel Ángel
es solo uno de los tantos que engrosan la lista de académicos perseguidos por
los sectores más reaccionarios del país, a su vez como este tipo de sanciones
no son sino una adaptación de los
procesos de estigmatización hasta nuestros días, ya que pasamos de la expulsión
de maestros en los años 60 a la desaparición forzada durante los años
80, y actualmente al señalamiento a través
de instrumentos disciplinarios y/o administrativo para acallar el pensamiento
crítico.
Estos
métodos para silenciar la crítica proveniente de los sectores populares y
académicos son la muestra viva de la persecución
política en sus formas más degradantes,
pero esto no quiere decir que sean las únicas. La censura también se realiza de manera
velada: la des-financiación, la tramitología y la imposición de criterios burocráticos son también instrumentos utilizados por la institucionalidad para amordazar aquellos
docentes y estudiantes que le resultan incomodos al establecimiento.
Si
bien es cierto que el caso del profesor Miguel Ángel Beltrán constituye
una lesión seria contra la autonomía, no es menos verdadero que solo es una
forma de atentar contra ella.
Reconocernos entonces con el profesor es imprescindible, si lo
entendemos más allá de una reivindicación
particular y lo atamos con una serie de demandas que trasciendan lo
coyuntural. Por este motivo la ACEU hace un fuerte llamado a la comunidad universitaria
para juntar sus voces y acciones en
contra de la arbitrariedad cometida contra el docente y revindicar hasta la
saciedad aquella consigna que se hace tan necesaria en nuestro país:
¡Porque el pensamiento
crítico no es terrorismo!
¡TODOS SOMOS MIGUEL ÁNGEL
BELTRÁN!
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