Silencio y Censura frente al caso del profesor Miguel Ángel Beltrán

13:18 Unknown 0 Comments



Desde el 2014 la Asociación Colombiana de Estudiantes Universitarios viene propiciando espacios de denuncia y solidaridad con el profesor asociado de la Universidad Nacional Miguel Ángel Beltrán Villegas, el pasado viernes 27 de febrero, estampó en los grises y opacos muros de la universidad el mensaje “¡La universidad no se silencia, grita autonomía y libertad de pensamiento!”, consideramos estos elementos la base fundamental para construir conocimiento, y no un dogma que se imparte como una verdad irrefutable e inamovible en el transcurrir del tiempo. Ese conocimiento crítico llevó al académico a su encarcelamiento por investigar las causas del conflicto social, político y armado del país, del cual hoy hablamos en términos de unos acuerdos que permitan subsanar uno de ellos, el armado.

Para nosotros no ha claudicado la campaña hacia el profesor, compañero y amigo, por una simple sentencia emitida por el tribunal, creemos que la unión de los esfuerzos, de voluntades y el apoyo de las herramientas jurídicas, tener en libertad y en nuestras aulas a Miguel Ángel Beltrán. En este sentido, este año no es de abandono por los acontecimientos sobre la designación del rector, el PND y el acuerdo 2034, no, es un año para gritar y exigir la autonomía, de escoger con quien configuramos los objetivos de la universidad que deseamos y queremos heredar, saber qué, cómo, cuándo y dónde investigar teniendo en cuenta nuestras realidades concretas, no una sentencia de un organismo como COLCIENCIAS, ente excluyente de pensamiento y anhelo de país.

Por lo anterior, la Universidad Nacional sede Medellín no se aleja de ese carácter nacional, no tiene la autonomía para expresarse frente a las políticas que sustentan el sistema nacional de educación. La burócrata administración universitaria de sede no integra lo realmente esgrimido en los escenarios culturales y artísticos, murales y discursivos que conforman nuestra ciudad universitaria. Mantiene este campus en un panóptico, en una correccional de pensamientos pariendo un número de “universitarios” consecuentes al dictamen estatal y sin hambre de replantear o crear conocimiento integral, expresivo y vinculante. La ACEU, el pasado viernes 27 de febrero de 2015 continuó la campaña con un mural[1] en el “ágora” el cual hoy, lunes, 2 de febrero amaneció borrado por la administración.

La acción realizada deja claridad que el espacio conocido actualmente como Ágora ni siquiera tiene congruencia con el concepto que evoca dicho nombramiento. Con el solo nombre debería ser un vórtice intercultural el cual nos reconozca como estudiantes, así mismo, debería ser la universidad siendo un reflejo pleno y sustancial de la sociedad. Los estudiantes de esta sede y en general deberíamos indagarnos más por el devenir de la universidad y no solo irrumpir en su seno, y de manera egoísta no aportar a construir más allá de las retribuciones académicas y económicas las cuales podemos gozar por el aprovechamiento del campus.

Finalmente, hacemos un llamado a traspasar del papel de expectante a críticos, del estar atomizados a la organización y del inmovilismo a la acción consiente por una universidad amplia, diversa, intercultural y con un conocimiento integro para la formación de nuevos sujetos consecuentes con la realidad del país.


[1] Fotos adjuntas.

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